Nuestros campos y nuestra planta de proceso se ubican en el Valle de Colchagua, en la zona central de Chile. Este fértil valle, que nace desde la Cordillera de los Andes y termina en el mar, alberga hermosos paisajes, amplias laderas de viñedos, pueblos típicos y un amplio patrimonio cultural, reuniendo así lo más representativo de la tradición chilena.

La historia de este maravilloso lugar se desarrolla en torno a la agricultura. El clima mediterráneo y las moderadas temperaturas permiten obtener condiciones de suelo espectaculares, las que otorgan una fruta de gran madurez, color y humedad óptima. Todo lo anterior permite que el Valle de Colchagua sea reconocido mundialmente por la calidad su fruta y cultivos, entre los cuales destacan los ciruelos europeos.

Además, Chile es considerado una isla fitosanitaria, cuyas barreras naturales, clima, montañas y ríos protegen a nuestros cultivos de pestes y daños.